domingo, 24 de octubre de 2021

LIMITES


Las personas que demandan demasiado, generan  una continua y desagradable 
presión interna en los demás. 

Una sensación de frustración personal agravada por el tiempo y el esfuerzo invertidos y rendida a la evidencia de no ser nunca suficiente. 


Por mucho que se dé. Por mucho que se haga. 


Es un juego psicológico muy peligroso en el que no hay salida honrosa, porque uno debe elegir entre  sentirse CULPABLE por no alcanzar las expectativas ajenas o entregar más energía vital de la que se quiere o se tiene para ese cometido. Seguramente restándosela a otras personas o actividades importantes.


Un juego macabro. 


Decir NO, sin sentir culpa, es una de las tareas más difíciles en las relaciones humanas. 

Pero debemos hacerlo. 


No pidamos más de lo que nos pueden o quieren dar. 

No demos más de lo que queramos o podamos dar. 


Es necesario poner límites. 

De manera respetuosa y firme. 

Pese a que el otro se enfade, se ofenda o se aleje.


Construyamos relaciones conscientes y sólidas  basadas en un profundo respeto hacia nosotros mismos  y hacia los demás. 














domingo, 3 de octubre de 2021

RECHÁZAME




Se buscan odiadores gratuitos

De los de aportación nula y crítica fácil. 


Estoy sanando una vieja herida.. que relaciona los desacuerdos con la autoestima. 

Que equipara la valoración externa a la interna. 


Estoy desvinculando mi valía personal del miedo al abandono. 

Al rechazo. 

A la humillación. 


Vosotros sois mis maestros.. os necesito para hacerlo. Y cuando no me duela..  intentaré enfrentarme a críticas mejor argumentadas, de personas influyentes para mí. 

Intentaré nutrirme de ellas. 


Aunque no estén en mi círculo de personas cercanas..  porque después podré intentarlo con el resto.

Con los que más duelen. 

Aquellos que  no saben priorizar el vínculo por encima de las ideas. 


Con los que más sangran las heridas.


Intentaré distinguir cuando el rechazo, la crítica o el abandono tiene que ver conmigo y cuando no. 


Es fácil. 

Si se hacen las cosas con respeto, con una intención noble, legitimada interna y externamente.. y el otro se enfada, se ofende y/o  rechaza...

Entonces no era yo. 


Era él. 

Era ella.

Y es su tarea trabajárselo si quiere sanar su propia herida.. 


Hay que soltar el miedo a que nos dejen de querer. 


Me estoy preparando. 

Me estoy conociendo 

Me estoy gustando. 


(Dedicado a un montón de personas que no se quieren lo suficiente como para encajar las opiniones ajenas cuando no están alineadas con las propias o los desaires de los demás...  yo incluida).


PD: siempre que veo estos animales abandonados como el de la imagen, creo que están mejor sin ellos y pido y deseo que algún día lo comprueben. 




jueves, 26 de agosto de 2021

BELLEZA MACULADA

 



La búsqueda de la excelencia nos limita cada vez más, la vida. 


Una mirada ávida de perfección activará un dedo acusador donde quiera que vaya, encontrará un defecto en las situaciones, en los demás.. en TODO. 


Y eso será el origen de una tensión. De una crítica, de un enfado, de una denuncia, de una prohibición. 


La excelencia nos conduce a la crispación. 

Cada vez observo más restricciones originadas por esas miradas inquisidoras que no perdonan tacha en lo ajeno. 


La búsqueda de la excelencia en cualquier ámbito vende un falso estatus, una temporal sensación de poder o de inteligencia que se cobra como precio la alegría. 

Se avinagra el carácter  y se contagia la amargura a los demás.  

Restringe  las libertades y obstaculiza la convivencia pacífica de la sociedad


Entre la dejación absoluta y la excelencia está la tolerancia. 

(La virtud siempre buscando posiciones intermedias, alejándose de extremos que radicalizan nuestro ánimo). 


Toleremos. 

Eduquemos la mirada en el error.

En la excepción de la norma. 

En el aparente defecto

En la singularidad  de la imperfección 

En la belleza maculada.


Seamos transigentes. 

Pongamos límites también, pero no tan altos que nadie pueda alcanzarlos…. 



sábado, 14 de agosto de 2021

EL MIRADOR



Hay personas que no aprenden (seguramente, a todos nos pasa en mayor o menor medida). 

Pero en algunas se aprecia con una claridad nítida.

Son esas personas, que cuando las escuchas, piensas: 

¿Pero cómo has podido dejar pasar tantos aprendizajes?


Que apetece decirles: 


¿No ves la cantidad de oportunidades que has perdido?

¿Lo que podías haber crecido? 

¿Lo que ibas a poder aportar a los demás con tu experiencia? 

¿La  libertad que hubieras conquistado? 


¿Cómo es posible que no los hayas visto, si la vida te lo estaba gritando...?


¿Cómo puedes preferir ofenderte por todo? 

¿Acumular rencores? 

¿Culpar siempre a los demás? 


¿Tanto miedo te da a asumir la realidad? 

¿Las consecuencias de tus actos? 

¿Aceptar otros puntos de vista? 

¿Entender al otro? 


¿Tan grande era tu herida? ¿tanto te duele? 


Es como si estuvieran pisando un libro abierto en la página que necesitan… y lo destrozaran corriendo por encima, persiguiendo a los demás. 


Pero no puedes decírselo,

Porque la mirada depende de las creencias. 

Puedes intentar entrar por ahí hasta donde te dejen… con mucho tacto y mucho tiento, para evitar que se sientan heridos y se cierren todavía más o se sientan agredidos de nuevo. 


Puedes acercarles al  mirador…

Pero los ojos deben de abrirlos ellos. 




jueves, 12 de agosto de 2021

LA ÚLTIMA VEZ




Hay una última vez que se hacen las cosas. 

Que uno empuja la silla de los que fueron niños, la que les llevó y les trajo,  que hizo de cajón ocasional y de cama improvisada. 
Una última vez que les llevamos en nuestros brazos a la cama. 
O que uno sube las escaleras que conducen al aula o al lugar de trabajo. 
Que  pasea por un lugar familiar, durante mucho tiempo transitado. 
Que se sienta en la casa de los abuelos, cuando todavía huele a café.
O que se despide o se abraza a una persona querida que nunca se volverá a ver.

Y en el último de cada uno de esos pequeños actos, que un día fueron cotidianos, se cierra una etapa de nuestra vida.
Muchas veces sin saberlo.

El reto consiste en hacerlos conscientes.
En sostenerlos.
En disfrutarlos.

Para poder volver a ellos cuando queramos, sin el obstáculo del tiempo. 

El reto es poseer la vida.
Hacer que permanezca... y evitar sentir que se escurre en nuestros dedos.



domingo, 8 de agosto de 2021

DESAMOR



Me hablan de amor (de desamor) pero por más que busco entre palabras y hechos…  no lo encuentro. 


Hago autopsias.

Constantemente.


Veo luchas por supeditar al otro a objetivos personales. 

Veo intentos fallidos de imponer deseos y expectativas y veo desilusión en el proceso por ambos lados 


Veo personas intentando “domesticar” a otras. 

Veo personas embriagadas temporalmente de su propio ego al sentirse amadas y deseadas… 


Pero no veo amor.


No lo veo en las rupturas y eso significa que en realidad nunca estuvo. 


Porque el  AMOR solo sabe crecer. 

Puede transformarse pero no desaparecer. 

Cambiar su forma pero no la esencia.


Seria más honesto decir: 


“No nos quisimos

Nos utilizamos 

Con un fin 


Cuando el fin despareció… nuestra relación perdió el sentido. 


Presas de nuestros deseos, buscaremos otra persona que nos nos dé identidad y cubra nuestras fantasías y expectativas”. 


El hámster. 

La rueda. 


Y de nuevo el vacío vital.


Hasta que aprendamos a AMAR.




miércoles, 30 de junio de 2021

MENSAJE AL EGO







Repite conmigo:


“Gracias, sé que me defiendes, que me intentas proteger, para que no sufra. 

Sé que te comparas y que culpas siempre a los demás porque intentas librarme de dolor y convencerlos de que soy inteligente, honesto/a,  bueno/a, generoso/a.. o cualquier cosa, siempre que sea más y mejor. 

Una persona especial, con ángel, luz, flow o lo que tú te propongas ser. 


Gracias, pero no me ayudas. 

Así no aprendo nada. 


Y me equivoco. Fallo. Dudo. 

Lo que a mí me sucede es en mayor o menor medida,  responsabilidad mía y si no asumo esa parte que me corresponde, no mejoro. 


Ya no soy aquel niño o niña vulnerable, que no puede soportar sentirse herido/a porque no tiene herramientas para hacer frente a los envites de la vida. 


Puedo aceptar muchas más cosas, puedo entender, puedo darle la vuelta a mi pasado y mirarlo del revés… no me duele. 


Gracias. 

Has cumplido tu misión. Puedes irte. 


No hay enemigos. 

No hay víctimas que proteger. 


Nadie intenta hacerme daño. 

Confía y vete. 


Puedes relajarte.

En serio: GRACIAS

En serio: ADIÓS”. 



Mónica G. Somoano

Psicóloga.