miércoles, 27 de febrero de 2013

TU Y YO....



 "Yo soy yo y mi circunstancias",  eso decía Ortega y Gasset...
 Entiendo que si éstas cambian,  yo también lo haré.

Entonces, si elimino las circunstancias... si quito todo lo que no tiene que ver con mi pais, mi religión,  mi equipo de fútbol,  mi orientación política y todo lo que venga determinado por haber nacido en mi famila y no en otra...  soy más yo?
O mejor pensado, si quito todo lo que nos diferencia... no seré más tú?

Esa es la idea, yo soy yo,  pero podría haber sido perfectamente tú.
Porque todo es circunstancial.
Lo que nos separa es anecdótico, por mucho que intentemos diferenciarnos para buscar identidad.

Aprendemos a clasificarnos y a tener preferencias para seleccionar compañeros de viaje,  pero lo hacemos en fución de unos valores aprendidos propios de un lugar, una situación y una época concreta:  Circunstancias al fin y al cabo.....

La verdad es que al final, después de tanta lucha para diferenciarnos, resulta que vamos a ser todos una misma cosa....

lunes, 18 de febrero de 2013

MUSICA



En la naturaleza, casi todo lleva asociado un sonido
Hasta el rayo, tiene su propia banda sonora.

Sería estupendo que un grupo musical nos acompañara en algunos momentos de la vida, como en una de esas escenas cinematográficas de grandes proezas o de hazañas personales que se quedan atrapadas en la memoria para los restos.
Momentos de confusión, momentos de complicidad, de ternura o de nostalgia... parece que todo cobra más sentido con una buena melodía de fondo.

La música llena espacios vacíos, intensifica las emociones y muchas,  muchas veces habla por nosotros...  (seguramente, mejor que nosotros lo haríamos)

De hecho, un montón de canciones componen la banda sonora de nuestras vidas y nos transportan de un lugar a otro, de un tiempo a otro y de una persona a otra... conectándonos con notas, corcheas, semicorcheas, fusas, semifusas y claves de sol.

Así es que, a ratos, como quien se sube a un tren o al metro, yo me subo a una canción...
y me voy.

LEER


Aprendemos a hablar... a juntar y separar letras, a sumar unas palabras a otras, hacemos frases y transmitimos unas veces con más acierto que otras, las cosas que pensamos y sentimos...

Aprendemos a escribir, los garabatos dan forma a las ideas y describen el mundo que vemos e imaginamos.

Aprendemos a leer y se abren las puertas de mundos desconocidos, nos metemos en otras pieles, vivimos otras vidas, viajamos en el tiempo, nos adentramos en otros lugares... que de otro modo no visitaríamos nunca.

Cerramos un libro y la vida continúa,
pero las historias nos acompañan...

sábado, 16 de febrero de 2013

OTRAS LECTURAS



Pero estaría bien saber leer también otras cosas...

El caso es que pocas veces los sentimientos llegan en estado puro y son de lectura fácil, lo normal es que se presenten varios al mismo tiempo, y se superpongan,  y que además no sea el principal es el que se manifieste.

Por ejemplo me enfado, porque algo no sale como quiero, y al mismo tiempo me frustro conmigo por no saber solucionarlo, y a la vez me asusto porque vuelven mis miedos, o me entristezco porque no confío en mis fuerzas... ¿qué es prioritario?

La educación, como en tantas cosas, juega un papel crucial,  pero de no haberlo hecho en la infancia, siempre estaremos a tiempo de aprender a ser honestos con nuestras emociones, a no enmascararlas, a no juzgarlas, a dejarlas expresarse libremente, sin fingir, y a observarlas con atención, para descubrir que encubren...  sólo es cuestión de proponérselo.

Aprender a leer lo que hay detrás de un gesto, de un tono, de una determinada palabra...  es importante, porque si no aprendemos a mirar, nunca podremos ver,  ni entender.

Y nos quedaremos en la superficie.

jueves, 14 de febrero de 2013

QUERER QUERER



Hay una parte del querer que es querer querer....
Intención de hacerlo, me refiero.

Cada vez estoy más convencida de que el amor tiene mucho de actitud,  mucho de voluntad... y aunque seguramente,  uno sólo no sea siempre suficiente, si dos personas se proponen quererse (con todo lo que ello implica) harán lo  posible y lo imposible por consolidar el vínculo que han creado.

Lo mismo ocurre con otras formas de amar, con otras relaciones humanas, porque si yo de manera voluntaria decido que pongo toda mi energía en algo, consciente e inconscientemente haré todo lo que este en mi mano para llevarlo a cabo, y al hacerlo provocaré cambios favorables que harán que todo sea más fácil....
Es algo así como una pieza pequeña que mueve todo un engranaje, el esfuerzo inicial tiene que ser grande, para vencer la resistencia,  pero después todo el sistema se mueve con facilidad, porque a favor de corriente se avanza más deprisa, sin duda...

Insisto, a veces, una persona sóla puede no ser suficiente, pero ¿y si somos dos? ¿ y si somos varios?  ¿y si somos prácticamente todos?



lunes, 11 de febrero de 2013

PERSONAJES


A veces,  los papeles que nos van (o nos vamos) asigando en la vida, se invierten.

El cuidador enferma, el fuerte se cansa, el tímido se atreve, el villano llora, el sabio se equivoca... y  está bien que así sea, cambiar de personaje enriquece la persona, nos hace explorar otros sentimientos, otra forma de ver las cosas... si vencemos la resistencia que ofreceran nuestros prejuicios, si lo conseguimos, nos humaniza....

Sin embargo, el hecho de asumir un sólo papel en la obra, nos hace supeditarnos a él, nos exclaviza y termina condicionando nuestros comportamientos.

Por eso hay que atreverse a buscar lo que nos mueve y nos conmueve por encima de lo que se espera de nosotros, a rebelarnos contra los que nos marcan un camino estrecho, y a descubrir nuevos aspectos interesantes de nosostros mismos, con los que sorprendernos...

lunes, 4 de febrero de 2013

ANALGESICOS PARA EL ALMA



Habrá que tener cuidado.

Parece ser que algunos de los que velan por nuestra salud mental, van estrechando los cercos que delimitan la normalidad...  llegará un momento que no podamos estar tristes, o demasiado alegres porque la industria que modifca emociones  nos administrará una dosis que conseguirá aletargarnos y llevarnos de vuelta al redil....

Casi mejor no querer... o no hacerlo intensamente, no vaya a ser que perdamos y noten que lloramos,  mejor no comprometerse, no arriesgarse, no profundizar demasiado en las relaciones, no apasionarse demasiado... así cuando llegue el inevitable momento de la despedida, la herida será sólo superficial y podremos seguir luciendo nuestra mejor cara de póker...

Que no, que no, que no..
que no nos engañen.

Que la tristeza forma parte de la vida, que la pérdida es inevitable y que el dolor es proporcional a la ganancia que hubo antes...

Que querer, querer de verdad, con toda el alma... bien merece la PENA

SON DE PAZ



El ataque/contraataque es la estrategia más frecuentemente empleada para el intercambio de ideas cuando uno (después serán dos)  está enfadado... pero la verdad es que sólo genera violencia.
Uno está tan pendiente de defenderse, que no atiende a las razones que le exponen, imposible escuchar o empatizar desde la ira o el dolor...

¿Cómo invertir la situación?

Tan fácil y tan dificil como hablar de mí,
y dejar de culapabilizarte.
Hablar de mi dolor, mi decepción, mi enfado o mi  desacuerdo con un comportamiento concreto,
y no de tu manera de ser...
y no de otras veces u otras cosas que me recuerden a ésta situación.

Buscar el acercamiento desde la complicidad, porque implicar al otro en la búsqueda de soluciones es es suficiente para enterrar el hacha de guerra.

Asumir mi parte de responsabilidad (si es que la hay, que generalmente es que sí) y poner nombre  a lo que siento, explicar el motivo específico que lo provoca y ponerse a buscar acuerdos.

Eso es solucionar un conflicto personal. 
Lo demás son parches.

Las voces, los portazos o los silencios porlongados pueden ser más intimidantes pero no por ello son mas efectivos, conseguiremos nuestros propósitos, pero a costa de deteriorar nuestra relación, sustituiremos amor por temor... ¿es eso lo que queremos?

Porque supongo que  pretendemos proteger la relación o mejorarla,  así que mejor poner las cartas sobre la mesa, mirarse a los ojos y hablar desde  el corazón...