sábado, 28 de junio de 2014

HISTORIAS PARA NO DORMIR



No me gustan las películas de miedo.
Puntualizo: el miedo ese que sabes a ciencia cierta que anticipa escenas de violencia explícita. 

Demasiadas secuencias grabadas en mi retina que me impiden correr con normalidad por un campo de maíz (*), tomar una ducha en una bañera con cortinas(**), caminar por un pasillo oscuro de un hotel de mala muerte (***),  o pasear tranquilamente sola por un bosque al anochecer, sin pensar que algún psicópata merodea con intención de confeccionar una funda para su ipad, con alguna parte de mi cuerpo. 

También es verdad que evitar esas circunstancias no altera para nada mi vida diaria. Es un consuelo.

El problema es que el cerebro, para accionar el mecanismo de defensa humano, ese que tantas ( y tan desagradables en ocasiones) consecuencias tiene en nuestro organismo, no distingue cuando el miedo es real o imaginario.... y lo activa. 
Da igual que un león se plante delante de tus narices en la sabana o que te imagines que algo terrible puede pasar, todo lo que llegue en forma de amenaza de bienestar al ordenador central hará que tu respiración se acelere y tu corazón bombee más deprisa para llevar un mayor aporte de riego sanguíneo a tus músculos y que de ésta forma puedas escapar más deprisa, o enfrentarte con mayor energía a tu supuesto enemigo.... (entre otras activaciones provocadas por el sistema Nervioso Simpático) proceso normalmente conocido como ansiedad

Bastante tenemos con definir necesidades y a partir de ellas delimitar supuestos peligros reales que las acechan, como para aumentarlos con "La Amenaza Fantasma".

Suspense si, terror no. 
Ya tengo más dosis de la que necesito con algunos telediarios.


(*) "Los chicos del maiz" 1984. Fritz Kiersch.
(**) "Psicosis" 1960. Alfred Hitchcock.
(***) "El Resplandor" 1980. Stanley Kubrick.


miércoles, 25 de junio de 2014

CAMBIO DE ROL



Intento, en la medida de mis posibilidades, educar sin que la autoridad dé paso al autoritarismo... ese que coarta toda expresión de libertad dejando sólo dos salidas: el sometimiento o la rebeldía (entendidas ambas en su vertiente negativa).
Que no sé cuál tendrá peores consecuencias a la hora de desarrollar una personalidad medianamente equilibrada.

El caso es que durante un tiempo, los padres gozamos de una posición aventajada moral, educativa y experiencial respecto a nuestros hijos, lo que nos condiciona y obliga en muchos casos a tener la última palabra.. supongo que de esa forma aseguramos la transmisión de una serie de normas que conducen (o deberían conducir) a garantizar su bienestar. 
Hasta aquí... más o menos bien.

Lo que no es tan fácil es ir adapatando esa pedagogía autoritaria a otra más progresista, conforme pasa el tiempo, que dé paso gradualmente a su independencia ideológica, y afectiva.
Uno corre el riesgo de dormirse empuñando el bastón de mando, o al contrario, de convertirse en un híbrido paterno/colega que tiene muchas papeletas para no dar la talla ni como padre ni como amigo. 

El tema es que el actor principal debe ir alejándose paulatinamente de la escena hasta quedar sentado en el patio de butacas como un simple espectador (seguramente pasando de manera temporal por el rol de apuntador, hasta que el guión cambie y el papel pierda sentido). 
Sin ruidos, resoplidos o aspavientos...  en silencio, con la confianza que da haber invertido esfuerzo, tiempo y cariño en la tarea que voluntariamente se elige. 

A ver qué tal sale. 
Voy a ir haciéndome con un bol de palomitas para ir probando pequeños ensayos...



viernes, 20 de junio de 2014

INFLAMACIÓN DEL EGO



Conozco gente que podría pasarse horas (de hecho, lo hace) hablando de sí misma.
Y no me refiero a personas que atraviesan situaciones difíciles o a aquellas que lo hacen dentro del ámbito terapeútico... que en ese caso está más que justificado, sino a los que en ambientes distendidos monopolizan la ateción de forma continuada,  para hacer referencias reiteradas a su persona, contando anécdotas que lejos de ser amenas o ejemplarizantes, costriñen el ámbito de interés a su propio perímetro personal. Es decir, hablo de la inflamación del ego: ¿"Egotitis"? ese debería de ser el término. 

Podría pensarse que son personas con una elevada autoestima, pero no lo son,  la autoestima sana nada tiene que ver con la sed de protagonismo
A su lado uno nota cómo la propia energía desciende a niveles infrahumanos, probablemente buscando un canal por donde fluir o una guarida donde esconderse. 

La necesidad de aprobación, las llamadas de atención, el deseo constante de demostrar que uno es más interesante, especial, listo o cualquier otro atributo que el resto, no dejan de ser una clara manifestación de su desajuste personal y social. 
Sin entrar a valorar criterios diagnósticos del Trastorno Narcisista (que en numerosas ocasiones está detrás) el perfil de éste tipo de personas complica en exceso las relaciones humanas, es más, agrava  la situación el hecho de que permanezcan totalmente ajenos al problema, porque generalmente están encantados de haberse conocido...

A veces les delata su excesiva vulnerabilidad a la crítica,  al rechazo o la ausencia de la consideración que reclaman como derecho innato, pero lo hará por poco tiempo porque tras un período considerable de "rumiación" (pensamientos  obsesivos posteriores)  encontrarán  una manera de expiar las culpas a través de terceros o de circunstancias más o menos peregrinas que les restituya la posición de superioridad en la que tan cómoda y equivocadamente viven instalados. 

Es triste, pero muy difícil lidiar con éste tipo de personas. 
Consuela pensar que en la provincia de Palencia existe el campo de Polvorosa...  para en caso de necesitarlo, poner los pies allí


miércoles, 18 de junio de 2014

A LO LOCO!




Yo sigo erre que erre...
Estaba escuchado un programa en la radio cuando dieron paso a la publicidad (¿o debería decir: estaba escuchando publicidad en la radio, cuando dieron paso a un programa?, no sé...) y una canción de esas archiconocidas, repetitivas y machaconas se introdujo como banda sonora de mis pensamientos. 

Por un momento me dejé llevar por la sintonía, hasta que un extraño proceso interno se puso a analizar la letra y accionó la alarma sacándome de mi ensimismamiento (me arruina así muchas canciones, es verdad. Pero ésta no, ésta sostengo la teoría de que lo hizo el autor directamente)

El estribillo era: "A lo loco, a lo loco, a lo loco se vive mejor..."

¿Qué clase de mensaje era ese? 

Puede que el anuncio publicitario haya seleccionado sólo un párrafo de la canción alterando así su contenido, con intención de inculcar un estilo de vida que favorece claramente la venta de sus productos... o también cabe la posibilidad de que ese fuera el sentido que el letrista de la canción quería darle, una libre interpretación que justifica casi todos los excesos, de la máxima: Vivir el presente. 

Desde aquel famoso "Carpe Diem" que popularizó la película "El club de los poetas muertos"  hasta el Mindfulness en la actualidad, han sido muchos los mensajes que nos han llegado para que dejemos ir los fantasmas del pasado y nos despreocupemos de futuribles poco probables, pero de eso a olvidarnos completamente de las consecuencias de nuestros actos, tal y como el estribillo de la canción parece indicar,  hay un abismo.

A lo loco no se vive mejor, de hecho se mete uno en un montón de problemas, de los que no siempre es fácil salír. Mejor vivir a lo cuerdo, sacándole partido a nuestras opciones presentes y trabajando para mejorar las futuras

Que vale que la vida son dos dias, si, pero no deja de ser una metáfora. 
Mal gestionados, pueden ser eternos.


viernes, 13 de junio de 2014

VIOLENCIA SIMBOLICA




Leía hace unos días un interersante artículo acerca de la violencia simbólica.
Para los que no estén familiarizados con el término, es un tipo de violencia que se da cuando hay una relación de poder y tiene la particularidad de que no se ejerce de manera manifiesta, por lo que las víctimas participan sin saberlo de su perpetuidad.
Viene a ser como si el "opresor" delimitara un marco de influencia lo suficientemente amplio para que la persona sometida no sea consciente de la manipulación y se crea que goza de libertad, consiguiendo de ésta manera que la víctima no se vaya, ya que no siente la necesidad de hacerlo.

Un tema complejo que se presupone en algunos ámbitos, pero del que suele desconocerse el nombre. Sin embargo, el hecho de bautizarlo es fundamental para conocerlo y por tanto identificarlo cuando se percibe, cosa que tiene su dificultad porque se instala colándose subrepticiamente en forma de tradición o generando de manera subliminal necesidades de utópico alcance, presión para que intentes cubrirlas y supuestas soluciones mágicas que te proporcionará el mismo sistema que las crea.
La cuadratura del círculo, vaya. 

En el contexto del artículo, fundamentalmente las victimas son (somos) las mujeres, y la trampa se esconde detrás del mundo de la estética... Empieza con promesas de estados de ánimo supuestamente idílicos a los que se accede con el consumo de algún producto en concreto y termina con la imposición de cánones de belleza y modos de vida concretos que determinan los gurús de la moda y la cosmética (del cual sacarán un más que generoso rédito económico).

Nuestra libertad relativa consiste en conocer el sistema de juego, y decidir en que medida participar, sabiendo que no hacerlo esta penado socialmente con la alargada sombra de la desconfianza y en ocasiones con la ridiculización y la marginación. 

Alto precio. 
Sólo para auténticas valientes.


PD: aquí el enlace al que me refería: 







miércoles, 11 de junio de 2014

TERESA



Hay gente que se merece un post.
Una mención, un reconocimiento o unas palabras de agradecimiento sincero. O todo a la vez.
Teresa es de este tipo.

Por respetar la creencia, aún sin saberlo, de que uno se reconcilia con su pasado cuando las personas que ocuparon un tiempo importante de nuestra vida, siguen teniendo un pequeño espacio. 

Por entender que es más bonito transformar una relación que relegarla al olvido, y que a veces, cuando el amor de pareja termina, permanece el cariño de la amistad que lo sustentaba.

Por permitir que sea espectadora (no pretendo estar en primera fila) de una parte de vuestras vidas, y compartir historias infantiles de dragones y princesas.

Por aceptarlo y por si no fuera poco con eso... además,  sonreirme.
Por todo eso:  GRACIAS. 

sábado, 7 de junio de 2014

PETER PAN



He sido joven... no hace mucho de eso.

Ahora estoy en esa franja de edad extraña en la que uno no sabe muy bien lo que es... demasiado mayor para ser joven y demasiado joven para ser mayor.
Se supone que soy una persona: 
- ¿Madura?, eso es mucho suponer teniendo en cuenta que la edad no es garantía suficiente para conseguir tan alto honor... 
- ¿Adulta? sí, efectivamente ya puedo encender el horno, bañarme en una piscina y subirme a una montaña rusa sin supervisión, así que sí, ese será el aséptico término de mi situación actual.

Porque no me voy a engañar con eufemismos del tipo: "el espíritu es lo que cuenta", "uno es joven mientras sean jóvenes sus ilusiones" y bla, bla, bla... que no necesito paños calientes. Es más, al espíritu le pediría por favor que se vaya acompasando con la parte corpórea, para evitar el "Síndrome de Peter Pan" (propongo "Ana Obregón" para su versión femenina),  o lo que es lo mismo, sentirse ridiculamente joven cuando el soporte material no acompaña.
Que no deja de ser una faena.

Espero que mis aficiones, mis facultades y mis expectativas,  se vayan adaptando a mi paso por la vida, y que la imagen mental que tengo de mi misma y de mis seres queridos, envejezca y se ajuste a la realidad. 

Madura Peter!!

martes, 3 de junio de 2014

RENOVARSE O MORIR



Existe la creencia de que uno no tiene que hacer nada si quiere que las cosas se queden como están... de que debemos pararnos o estar quietos porque si nos movemos, todo será distinto. Nos sujetamos a personas y a objetos materiales en nuestro vano empeño de detener el paso del tiempo.
Por momentos contenemos hasta la respiración, con la esperanza de que que todo permanezca. 
Pero no lo hace.

La realidad es otra.
En ocasiones, hay que: "Cambiar para permanecer". 

Pienso en un desempeño profesional, en una relación de pareja, en la sociedad o en la propia trayectoria personal... y tengo la impresión de que renovarse es parte esencial de la continuidad. 
El estancamiento es bueno como hábitat de los protozoos, pero el resto de los seres vivos si no queremos cubrirnos de moho, tenemos que reinventarnos y evolucionar...

Para que todo continúe.